Dicen que el calamar, en todos los mares, sabe nadar. Imaginaos si es así que incluso en Madrid, sin haber mar, se lleva consumiendo desde el siglo XVII. Y es que pocos bocados hay más característicos de la capital que el bocata de calamares.
En Calamares La Campana, junto a la popular Plaza Mayor de Madrid, llevan 25 años preparando calamares. Pero esto bajo este nombre, porque el local en sí lleva unos cien años repartiendo bocadillos de calamares.
Cada diez días más o menos les llegan ocho mil kilos de calamares desde Galicia de diferentes tipos: de anillas, en tiras, entero… Una vez en el local, lo descargan y lo meten en una cámara de congelación y lo van sacando poco a poco en cámaras que se van descongelando. Después los preparan siguiendo una mezcla propia, el toque que les da la diferencia con otros locales de calamares. De hecho, muchos afirman que este es el mejor bocata de calamares de la ciudad.