Según el estudio de Steve McKeown, las personas que adelantan las decoraciones navideñas suelen ser más felices, más sociables y amigables. Según McKeown, el simple recuerdo de fechas pasadas donde fuimos felices con seres queridos que ya no están, nos trae nostalgia: “La decoración es un ancla a las viejas emociones de nuestra infancia”.
Otro dato que arroja el estudio es que decorar un árbol navideño puede conseguir crear nuevas amistades de una forma más fácil. Según la psicóloga Lara Ferreiro, este hecho de la felicidad y de socializar se debe a que segregamos dopamina.