Tamara Falcó confiesa que más de 200 invitados a su boda no le regalaron nada. A pesar de este gran número, la marquesa de Griñón tuvo que habilitar un espacio en el garaje para poder guardar todos los regalos de que recibió durante el enlace.
La marquesa de Griñón habló sin tapujos en una entrevista sobre algunas curiosidades de su boda: "Muchos mandaron regalos. Era días de mucho ajetreo y en ese momento había mucha gente corriendo por casa”. La hija de Isabel Preysler asegura que muchos regalos se han repetido, pero no ha devuelto ninguno: “Había mucho jaleo y hay algunos que no encuentro. A la gente le encanta regalar vajillas. Claro, yo vajillas de diario... Tengo sitio para una. Pero algún día tendré una casa gigante".
La cantidad mínima que un invitado debería entregar a la pareja ascendía a ciento cincuenta euros.