Muere Francisco Muñoz, fundador del Museo del Jamón de Madrid
Su hijo Luis ha heredado el negocio y continuará con el legado de su padre
Foto: Redacción |Vídeo: Telemadrid
Redacción
Muchos recuerdos en los locales que Francisco Muñoz ha dejado huérfanos, lo mismo por el nombre ahora mismo no te suena, pero si te digo que es el fundador del mítico Museo del Jamón de Madrid seguro que ya sabes quién es.
Uno de los empresarios más premiados de la Comunidad, y es que su legado forma también parte de la historia de Madrid y de algún momento de nuestras vidas.
Francisco nació hace 77 años en Cabezuela del Valle, Extremadura, pero con tan solo 4 años llegó con su familia a Madrid donde sus padres montaron una tienda de ultramarinos que, pronto, se convertiría en la más frecuentada por los vecinos de Villaverde.
Cuando comienza a ayudar en el negocio familiar años después, el instinto empresarial de Francisco despierta, a pesar de que sus padres preferían que estudiase Ingeniería.Es entonces cuando Francisco decide potenciar los embutidos e invertir en una nueva charcutería y, poco después, comiendo su éxito imparable.
En 1978 logra montar su primer bar de tapas muy cerca del Museo del Prado, de ahí su mítico nombre: ‘El Museo del Jamón’.
El negocio no deja de crecer hasta conseguir 10 locales en Madrid. Todo un referente gastronómico que se convierte en visita obligada para cualquier turista que pise la capital.
Pero Francisco nunca descuida su vida personal. Apasionado del deporte, desde muy joven compatibiliza su profesión con un duro entrenamiento que le hacía estar en plena forma.
Su otra gran pasión era la familia. Su esposa Pilar fue su gran amor y, aunque el pasado año cumplieron sus bodas de oro, nunca faltaron los detalles románticos entre ellos. De hecho, todavía se escribían poemas del amor y llegó a ponerle su nombre a uno de los productos estrella del Museo.
Esta unión trajo consigo 4 hijos y hasta 9 nietos por los que sentía devoción, y uno de esos hijos, Luis, es el que ha heredado este negocio y continuará con el legado de su padre para que tanto madrileños como visitantes de la capital pueden seguir disfrutando de este manjar.