El estilismo de Camilo Sesto formaba parte de su puesta en escena. ¿Quién no recuerda esas camisas con esos cuellos gigantes, esos pantalones de campana y esas bufandas y fulares? Compraba mucho en Londres y le gustaba mezclar la ropa clásica con propuestas innovadoras. Y, además de coqueto, también fue muy ligón.
“Camilo era un hombre muy innovador que se atrevía a ponerse ropas en los setenta que aquí en España ni se habían visto”, nos cuenta Rosa, fan del cantante desde los siete años y por el que siente un “amor eterno”.
Antes de ser incluso una estrella de la canción, Camilo ya era un gran seductor. “Aquí en Alcoy Camilo se las llevaba a todas”, recuerda José Luis Esteve, componente de Los Dayson, grupo en el que Camilo comenzó su andadura musical. “Nosotros estábamos a la espera de ver lo que sobraba”.
“Camilo Sesto ha sido un sex-symbol, eso no se lo puede negar nadie, aparte de que era muy guapo, tenía un cuerpazo y mucho carisma. Era una persona muy risueña”, comenta Susana de las Heras, corista del artista y hermana de Rocío Dúrcal. “Las niñas se volvían locas por él porque les hacía ojitos”.
Coqueto y Ligón, así es como definían a Camilo Sesto sus amigas y compañeras. Incluso llegaron a comparar su poder de seducción con el de Julio Iglesias, aunque Camilo, siempre diferente al resto, añadía gorras y fulares a su traje.
Sobre esta manera de vestir, la periodista Marisa Martín Blázquez explica que “él siempre ha jugado con una ambigüedad, nunca ha querido desvelar si era de un lado o si era del otro. Jugaba mucho con eso y, en su forma de vestir, también. Era capaz de ponerse un traje de chaqueta que era de mujer”.
Sus visitas a Londres abrieron su mente, su corazón y su armario. Camilo Sesto se ponía y decía lo que quería: habla de sexo en las revistas, su primera vez, sus experiencias con las mujeres y su curiosidad por los hombres.
“Se dio cuenta de que ser diferente gustaba, y por eso lo explotó”, añade Marisa. De ahí que el aspecto y la apariencia del artista le convirtieran en uno de los cantantes más transgresores de la España de los setenta.