En La música de mi vida homenajeamos cada semana a un artista de renombre y en este programa le toca el turno a... ¡Raphael! Junto a Inés Ballester hemos hecho un recorrido por su trayectoria musical y cinematográfica, así como por su vida.
Sesenta años de carrera artística marcan la trayectoria de un Raphael al que no hay quien le baje de los escenarios. Y es que, a sus casi ochenta años, sigue haciendo giras y sacando discos. Seis décadas en el mundo de la música y, cada día, sigue reinventándose.
Raphael nació en una familia humilde: su padre trabajaba en la construcción y su madre era ama de casa. Empezó a cantar de niño en el coro de la iglesia, donde era primera voz. Tras ganar el premio a mejor voz europea en Salzburgo, comenzó su carrera musical cantando en La Galera, un pub de alterne.
Edith Piaf, Elvis Presley, Carlos Gardel, Manolo Caracol y Adriano Celentano fueron su inspiración. Una inspiración que le llevaron a convertirse, en la década de los setenta, en un artista de gran éxito internacional. De hecho, fue el único cantante español que, en aquella época, logró traspasar el telón de acero y trasportar el fenómeno fan a la Unión Soviética.
El artista y Natalia Figueroa se casaron tras solo nueve meses de noviazgo y ya van camino de cumplir las bodas de oro. La aristócrata se convirtió, desde el primer momento, en el pilar de su vida.
El momento más duro de Raphael fue cuando le diagnosticaron una cirrosis hepática. Tal y como él mismo dice, volvió a nacer el 1 de abril de 2003, el día de su trasplante. Solo seis meses después, ya estaba sobre el escenario del Teatro de la Zarzuela dando un emotivo e inolvidable concierto.