El torero madrileño Gonzalo Caballero ha recibido, a lo largo de su carrera profesional varias cornadas en distintas partes de su cuerpo, algo que guarda con cariño porque para él es una muestra de su valor y su verdad frente al toro.
En su habitación, delante del espejo, el matador de toros se desnuda y nos enseña una a una todas las cicatrices sufridas, haciendo una cronología con la fecha, el lugar y el toro que le propinó la cornada, así como la ganadería a la que pertenecía. En este ejercicio de intimidad y emoción, Gonzalo nos explica que son marcas que lleva con honor y con orgullo, y que piensa que algo de la bravura de esos toros ha quedado para siempre impregnado en él. Mientras nos señala cada una de esas heridas, vemos cómo fue cada cogida.
El torero nos habla del dolor que sintió en cada una de ellas, siendo la más grave la última del doce de octubre de 2019, una cornada de 25 centímetros que le perforó la femoral, provocando que estuviera durante nueve minutos muerto. En el TN de TeleMadrid, nos cuentan detalladamente cómo ha sido ese incidente, ya que nuestras cámaras estuvieron presentes ese día y fueron testigos directos de este severo desenlace