Se dispara la venta de relojes con GPS para localizar a los hijos
Además de la geolocalización, estos dispositivos permiten recoger conversaciones o imágenes, e incluso cuentan con un botón de emergencia, por si ocurre algún percance
Estos dispositivos fomentan la autonomía de los niños, pero podrían acabar sustituyendo a la supervisión necesarias de los padres
Se dispara la venta de relojes con GPS para localizar a los hijos
Redacción
Con el fin del confinamiento y casos como el de las niñas desaparecidas en Tenerife, se han disparado las ventas de relojes con localización por GPS. Los padres quieren saber en todo momento dónde se encuentran sus hijos y esta tecnología se lo pone fácil.
Además de la geolocalización, estos dispositivos permiten recoger conversaciones o imágenes, e incluso cuentan con un botón de emergencia, por si ocurre algún percance.
Jorge Álvarez dirige una empresa que comercializa estos relojes. Tienen dos perfiles distintos de usuarios. Por un lado los niños de entre 4 hasta 9 años, y por otro, los preadolescentes de hasta 12 años que ya pide un móvil pero sus padres consideran que todavía no deben tenerlo.
Existe un tercer perfil de usuario, explica Álvarez, el modelo senior para personas con algún tipo de dependencia o discapacidad.
Estos dispositivos facilitan la vida a los padres, pero pueden llegar a convertirse en una herramienta útil para progenitores sobreprotectores o despreocupados.
Por un lado, estos dispositivos fomentan la autonomía de los niños, explica la psicóloga Mercedes Bermejo, pero podrían convertirse en un elemento de control o sustituir el cuidado y la supervisión necesarias por parte de los padres: “Relajarse con el reloj afectaría al vínculo entre padre e hijos”, asegura Bermejo.
DETECTIVES PARA SABER QUÉ HACEN LOS HIJOS
La pandemia también ha traído más trabajo para los detectives privados. Cada vez reciben más encargos de padres que quieren saber lo que hacen sus hijos cuando salen de casa y si están respetando las normas para evitar contagios del coronavirus en casa.