El 7 de abril se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride que rememora la fecha de fundación de la Organización Mundial de la Salud, y que este año toma especial relevancia por la pandemia del coronavirus.
La realidad nos dice que el acceso a la salud es muy desigual en el ambito mundial, una circunstancia sobre la que pone el foco este año el Día Mundial. “La salud es un derecho básico”, explica Alberto Giménez, de la Fundación Economía y Salud, por eso es momento de “reivindicar más inversión, gastar mejor y ser más eficientes en la gestión de los recursos sanitarios”.
“España tiene un buen nivel de salud, uno de los mejores de Europa, pero no ha estado a la altura en cuanto a la prevención de la pandemia y la gestión de los recursos necesarios para producir salud”, asegura Giménez.
Los sanitarios tienen una importancia crucial ante una amenaza para la salud global como es el caso del coronavirus. En los pueblos más pequeños, la relación entre médicos y pacientes adquiere otra dimensión. En la Comunidad de Madrid trabajan 800 profesionales en la atención sanitaria rural.
Óscar Baro, médico rural en la comarca del Guadarrama, es uno de ellos. “Hay una diferencia bastante notable en cuanto a la autoridad que representamos. Todavía mantenemos ese paternalismo y el conocimiento completo de la familia, que nos trata como a uno más”, asegura el doctor.
Miguel Ángel María-Tablado es otro de los médicos rurales de Madrid. Realiza su labor en Perales de Tajuña y dicen que es toda una institución, aunque él se considera “una pieza más de la comarca”. “Yo soy de pueblo y aquí puedes desarrollar una medicina íntegra e integral. Te vuelves un poco cotilla”, dice entre risas el doctor.
La soledad del médico rural “es una leyenda urbana”, asegura María-Tablado, “ahora, tenemos los mismos medios que los médicos de ciudad, podemos trasladar a un paciente en muy poco tiempo a un gran hospital”.