“Los datos que tenemos son aún muy escasos; se están tomando medidas, como la de parar la vacunación, con pocos datos científicos”, explica el doctor Jorge Cuesta, miembro de la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia, y cita un par de informes de las sociedades británicas y alemanas de la especialidad.
Los casos de reacciones trombóticas adversas tras recibir la vacuna afecta en mayor medida a las mujeres, “pero con un rango de edad muy amplio, con lo cual tampoco se pueden sacar conclusiones”, sostiene Cuesta.
La realidad es que “parece que no hay un aumento del riesgo de trombos de forma general”, asegura el doctor, “aunque se han descrito algunos casos de trombos inusuales y atípicos, asociados a plaquetas bajas. Además se producen en zonas del cuerpo también inusuales como los cuerpos venosos del cerebro y el estómago”, dice Cuesta.
“Parece que en los casos descritos hay una reacción inflamatoria provocada por el sistema inmune, un efecto secundario que ya conocíamos con otras vacunas”, explica el doctor.
Sin embargo, no se puede establecer una relación directa entre los casos de trombos tras recibir la vacuna y las personas con plaquetas bajas, aclara. Por eso, “los pacientes anticuagulados, o con antecedentes trombóticos o casos hereditarios, en principio no tienen que tomar medidas especiales”.
Cuesta insiste en los beneficios de la vacuna frente a los casos de reacciones adversas, sobre todo en comparación con los datos de problemas trombóticos en los pacientes de coronavirus: El 5% de los pacientes covid, y el 20% de los que ingresan en UCI, tienen problemas de trombos”.