Cada año a partir del 15 de junio la Comunidad de Madrid se encuentra en temporada de máximo riesgo por incendios forestales, por lo que no hay que bajar la guardia y es tan importante la labor que se realiza desde las torres de vigilancia, ya que son los primeros en dar el aviso.
Con 16 metros de altura, la torre de vigilancia más alta de Madrid se encuentra en Rascafría. "En alguna zona como esta, que es montañosa y tiene además mucho valor por la vegetación, tenemos una densidad mayor de puestos que en otra zona que pueda ser llana y que desde un mismo puesto se divise el terreno".
Conocer el monte es crucial para desarrollar esta labor. Prismáticos, hoja de coordenadas y el mapa son las tres herramientas fundamentales de los vigilantes. En la Comunidad de Madrid hay un total de 34 puntos de vigilancia.
Los vigilantes se mantienen en constante contacto con el CECOP (Centro de Coordinación Operativa), que está vinculado al Cuerpo de Bomberos de la Comunidad de Madrid y centralizan los avisos que se producen para poder coordinar los equipos que van a intervenir en caso de incendio.