Los vecinos de Tetuán conviven con peleas, ruidos y suciedad cada noche
- La salida de las discotecas es uno de los puntos conflictivos
Los vecinos de la calle Orense, ubicada en Tetuán, llevan años soportando lo que sucede por las noches en los bajos de Azca. Conviven diariamente con peleas, ruidos y mucha suciedad. Afirman vivir una auténtica pesadilla.
Un equipo de Madrid Directo descubre de primera mano cómo es vivir con ello. "Desde las doce hasta las seis de la mañana, seis y media, hay ruidos", declara un vecino. Además, después de una noche de fiesta se acumula mucha suciedad por culpa de los botellones de los jóvenes.
Al parecer, la salida de las discotecas es uno de los puntos conflictivos. Un puerta de uno de los locales nos cuenta que el problema es del Ayuntamiento, ya que si la discoteca cuenta con su respectiva licencia tiene que funcionar.
Bajo los techos de los bajos vive mucha gente sin hogar. Estas personas nos cuentan que de lo que se quejan los vecinos de la zona es de los botellones de los jóvenes, pero no de ellos. De hecho, afirman que incluso a veces les traen comida.
Ni con una sentencia del Tribunal Supremo han conseguido que cierren los locales. "Qué es lo que tenemos que hacer para que haya una sentencia del tribunal, que la justicia diga que esos locales molestan, que no podemos dormir y que, desde luego, con una simple declaración responsable con el nombre de otra sociedad lo vuelvan a abrir", se pregunta Enrique, uno de los vecinos afectados.
Montañas de basura e inseguridad, el declive de Azca
Son un total de cuatro locales, de los cuales uno de ellos no cuenta con licencia de funcionamiento, los que provocan este sinvivir a los vecinos. Cabe destacar que también se han hecho sonometrías en sus pisos y han dado positivo.
"Es una zona que podría ser muy bonita, tenemos un colegio, un parque que tendríamos que transitar y es imposible. Tenemos que bajar por unas escaleras que están llenas de cristales, de vómitos, de excrementos, en otro acceso hay hasta sex-shop y gente que no está en condiciones de estar por aquí", nos cuenta Andrea, vecina de la zona y madre de cuatro hijos.
