Fernando y su familia llevan cuatro años viviendo en un bloque de Carabanchel pegado a un tejado de amianto, lo que se ha convertido para ellos en una auténtica pesadilla, sobre todo porque están sufriendo las enfermedades que produce este material.
"Es que te ves impotente. No sabes qué hacer, si tú mismo liarte a golpes y tirarlo todo abajo y que se acabe el problema. Toda el agua que resbala por el amianto va a las habitaciones, nos provoca humedad, nos provoca frío y nosotros no podemos dormir ahí, es que no podemos dormir en las habitaciones", nos cuenta Fernando muy indignado.
Sin ir más lejos, cuentan con numerosos informes médicos de su hija pequeña porque cada vez que se pone mala siempre empeora por culpa del amianto. "Es propensa a coger bronquitis y se la complica con bronquiolitis. Entonces claro, su salud es lo más importante y vemos que nadie hace nada", asegura la madre.
El tejado de amianto está instalado en una nave industrial justo debajo de los edificios. Según dice la ley de propiedad horizontal, todas las fachadas y cubiertas pertenecen a la comunidad de propietarios y, por ende, los arreglos que haya que llevar a cabo.
El amianto adquirió una gran popularidad en los años para construir los tejados de los edificios y en el año 2002 se acreditó que causaba efectos nocivos sobre la salud humanas, produciendo varias enfermedades graves que aparecen a muy largo plazo.
La exposición a este material se relaciona con un mayor riesgo de cáncer de pulmón y mesotelioma, que es un cáncer en las membranas delgadas que recubren el interior del tórax y el abdomen.