Manila, Eros y Uber son tres perros que pronto ayudarán a personas invidentes en su día a día. Pero antes, se preparan con tres familias madrileñas que les acogen y les educan para ser perros guía e incorporarse a la vida en sociedad.
Durante doce meses estas familias colaboran con uno de los cachorros de la y se convierten en una pieza calve de su progreso hacia su objetivo de guiar a una persona ciega. Esta iniciativa supone un auténtico compromiso con la labor de sociabilizar al perro. "Todos los días les sacamos a pasear y también encontramos en parques con más perros".
Para ello, siguen las pautas que dan los supervisores y acceden con él a espacios y transportes públicos para que se habitúe a tener un comportamiento adecuado en todo tipo de entornos sociales. "Ya desde pequeños intentamos que sean sociables con personas, con niños, y que se acostumbren a entrar en todos los sitios en todo tipo de entornos".
Para entrar en el transporte público cuando son cachorros y están con las familias llevan puesto un chaleco, una medalla y un carnet de educador que les identifica. "Al principio es difícil porque hay muchos ruidos, muchos olores, sobre todo en el metro subterráneo, pero se acostumbran rápidamente".
La formación del can da autonomía a una persona ciega y, sin lugar a dudas, el cariño y la compañía de un compañero. El perro guía para las personas con discapacidad visual ofrece un auténtico servicio que facilita a su movilidad, salvando los obstáculos que se encuentran en sus desplazamientos e incrementando la rapidez y la seguridad.
La diferencia de pasar de moverse con bastón a moverse con un perro guía supone para una persona ciega o con una deficiencia visual grave un salto cualitativo en su movilidad y una sustancial mejora de su autonomía.
La Fundación cuenta con un centro de cría y adiestramiento ubicado en Boadilla del Monte. En él dispone de instalaciones destinadas a albergar los perros, dependencias administrativas y una residencia para acoger a los solicitantes de perro guía durante el curso de formación que deben realizar para aprender a utilizarlo.
La plantilla de la Fundación ONCE del Perro Guía está integrada por más de 50 profesionales con una acreditada experiencia y alta especialización. Entre ellos se cuentan técnicos de adiestramiento, supervisores de cachorros, cuidadores de los perros albergados, personal administrativo y de servicios generales. Cuenta, asimismo, con un servicio veterinario propio, con un área especializada en la selección genética y la cría.