Los dentistas españoles se enfrentan a una situación especialmente delicada por la crisis del Covid-19. Por un lado, la falta de material de clínica y de protección individual, y por otro los precios exagerados a los que se tienen que enfrentar en un mercado saturado de demanda.
"Somos los grandes olvidados", dice Clara González, propietaria de una clínica dental en Chueca. "No tenemos EPI y nosotros no podemos cumplir las normas de higiene por el coronavirus.
"No podemos atender a los pacientes por falta de material, incluso para urgencias. Trabajamos a 30 centímetros del paciente y además con la saliva", principal vía de transmisión de la enfermedad.
Necesitarían usa una mascarilla por cada paciente, batas desechables, pantallas de protección... algo impensable en estos momentos, por lo que "nos arriesgamos la salud para atender a los pacientes", dice Clara.
Las clínicas dentales llevan cerradas un mes y medio, sin ningún ingresos y, al ser considerados centros sanitarios, no pueden acogerse a las medidas extraordinarias como los ERTE, por lo que reclaman soluciones.