En Madrileños por el mundo hemos visitado el paraíso de los escaladores, una de las cadenas montañosas más importantes del mundo situada en el centro de Europa: los Alpes franceses.
Entre estas cadenas montañosas se encuentra una de las cumbres más altas de Europa occidental, el mítico Mont Blanc, que con 4.810 metros de altura fue ascendido por primera vez en 1786 por Jaques Belmat y Michel Packard. A sus pies se encuentra Chamonix, situada en un valle cerca de las fronteras con Suiza e Italia, que con solo 14.000 habitantes puede llegar a recibir hasta 2 millones de turistas esquiadores en invierno.
En los valles que se extienden entre las montañas se encuentran pintorescos pueblos y pequeñas ciudades que en la época invernal se cubren de blanco, entre ellos Annecy, la “Venecia de los Alpes”, la capital de la Alta Saboya, con unos 50.000 habitantes. Está catalogada como una de las ciudades más bellas de Francia y está situada en un marco majestuoso, entre un lago y las montañas.
Annecy ha sabido preservar el patrimonio único de los Condes de Ginebra y de la Casa de la Seda. En pleno casco medieval de la ciudad se encuentra el Palacio de la Isla, antigua prisión y palacio de justicia, que actualmente es el Museo de Historia de Annecy. Cerca de este edificio emblemático del siglo XII se encuentran las casas de arcadas de la la calle Santa Clara, un paisaje de cuento, y en lo alto de la ciudad se encuentra el museo-castillo, antigua residencia de los condes de Ginebra y de los duques de Genevois-Nemours.