El mercado de ropa de segunda mano crece en España. Por la subida de los precios y porque los usuarios encuentran la forma de dar otra segunda oportunidad a los artículos ya existentes. Una opción económica que promueve, además, un consumo sostenible.
El auge de la moda de segunda mano es imparable. Cada año, 80.000 personas compran ropa usada por primera vez. “El precio y que hay cosas muy guais y lo antiguo también mola (...) Ropa que a lo mejor está en buenas condiciones y no sea tan cara como en otros sitios”, dice una joven compradora.
Vienen por el precio, sí, y más ahora con la inflación disparada. Pero también por una mayor concienciación con el medio ambiente. “Estoy cansada del fast fashion que hay hoy en día, tanto comprar por internet”. “Ayudar y colaborar de esta forma creo que es una buena idea” “Me parece buena idea no tirar la ropa y darle un segundo uso”, comentan.
Y ha rejuvenecido el perfil del comprador. Seis de cada diez menores de 26 años ya son clientes habituales. “Tradicionalmente el cliente de moda de segunda mano era mujer, de unos 35 años, y últimamente estamos advirtiendo que cada vez el público es más joven, la generación Z e incluso las generaciones anteriores tienen un mayor interés en la moda sostenible”, señala Rubén González, portavoz de Humana.
Ropa barata y sostenible que, además, satisface los gustos de los adictos a la moda. “No es lo mismo que compras en una tienda que compra todo el mundo lo mismo que aquí que hay cosas originales” Y añade: “se encuentra joyas de verdad, cosas que ya no se hacen, con unos cortes muy bonitos”.
No sorprende por tanto que gigantes textiles como Inditex haya empezado a vender ropa de segunda mano en sus tiendas del Reino Unido.