La polémica por la votación sobre la reforma laboral en el Congreso de los Diputados sigue viva. El Partido Popular insiste en que la presidenta del Congreso no actuó como debía para garantizar el voto del diputado Casero. El PSOE cree que se cumplió el reglamento de la cámara.
Desde el PP aseguran que se informó a la Presidenta que hizo oídos sordos. "Yo misma le dije a la presidenta que el diputado tenía derecho a ser oído", asegura la expresidenta popular de la Cámara, Ana Pastor.
Una cuestión que pone en duda si Batet incumplió el reglamento.
El PSOE cierra filas con la presidenta del Congreso. El coportavoz socialista Héctor Gómez asegura que actuó conforme al reglamento.
El Gobierno insiste en que lo importante es que la reforma laboral haya salido adelante.
El PP, por su parte, denuncia la inacción de Batet y la acusa de mentir. Para el portavoz nacional del PP, José Luis Martínez-Almeida, el problema está, precisamente, en que “ante la denuncia de un diputado, hay una inacción absoluta; Meritxell Batet decide que no tiene que hacer absolutamente nada, miente cuando dice que la competencia es de la mesa pero no ha reunido a la mesa y, por tanto, lo que decimos es que desde luego se ha producido a nuestro juicio una ilegalidad porque el reglamento del Congreso en ese sentido es claro”. “Vamos a llegar hasta el final en defensa del derecho de Alberto Casero", ha dicho Almeida, convencido de que "la mínima diligencia exigible es averiguar si se ha producido o no se ha producido (error), y a partir de ahí poder tomar una decisión”. Una cuestión, ha proseguido Almeida, que “desde el punto de vista jurídico tendrá que analizar el Tribunal Constitucional”.