El impacto psicológico de la pandemia entre los profesionales de enfermería, los encargados de cuidar a los enfermos, ha sido "demoledor", según sus palabras. El 33% sufre depresión, el 67% ansiedad y casi el 90% desarrolla su actividad sometido a un gran estrés. Por ello, el 58% asegura sentir miedo o temor al acudir a su centro de trabajo.
Casi la mitad de las enfermeras se ha contagiado, frente al 20% de la población general. La sobrecarga de trabajo por Ómicron les ha pillado ya en una situación límite, agotados física y mentalmente. La mitad de las enfermeras se han planteado abandonar la profesión. Un tercio, no volvería a elegir estudiar enfermería y más del sesenta por ciento piensa en la prejubilación, aunque reduzcan la pensión.
Para denunciar esta situación y reivindicar mejoras laborales, el Consejo General de Enfermería anuncia movilizaciones.