El arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal (CE), Luis Argüello, ha negado que la especulación inmobiliaria, "aunque haya sido el detonante", se encuentre detrás de la disidencia de la comunidad clarisa de Belorado (Burgos), y sí la intervención de un exobispo excomulgado.
"La raíz del asunto no tiene que ver principalmente ni con los inmuebles, ni con lo económico, ni con otra cosa" similar, ha analizado Argüello este lunes en Valladolid tras presentar un convenio con la Diputación para la restauración de iglesias en el medio rural.
Por un edificio, ha añadido en referencia al posible trasfondo inmobiliario como sustrato de esa rebeldía sobre la autoridad del Vaticano, "no se llega a negar el Concilio Vaticano II y la autoridad de todos los papas posteriores; negar eso sería negar su propia existencia, sería decir que todo lo que han vivido es nulo".
Preguntado por el protagonismo del falso obispo Pablo de Rojas, excomulgado en 2019 por el entonces prelado de Bilbao y actual arzobispo de Burgos, Mario Iceta, ha respondido que "a lo mejor explica algo de lo que está pasando" en la comunidad clarisa de Belorado, aunque no ha querido entrar en profundidad pese a la insistencia de los informadores.
El presidente de la Conferencia Episcopal se ha limitado a recordar que es la Santa Sede y el arzobispo de Burgos, Mario Iceta, quienes tienen la "responsabilidad directa" en este asunto, ya que los monasterios "depende de una orden y tienen unas características de autonomía muy fuerte".
La responsabilidad, ha insistido, "es del arzobispo del sitio y del abad, que son los que tendrán que tomar las medidas de tipo canónico y no la Conferencia Episcopal: el presidente de la Conferencia Episcopal no es el jefe de la Iglesia en España", ha puntualizado.