Por primera vez, Aranjuez ha puesto en marcha una campaña para el control de la mosca negra. Las mordeduras de este pequeño insecto son muy dolorosas y se busca proteger las zonas de paseo frecuentadas por turistas y vecinos.
Además se ha iniciado la vigilancia del mosquito tigre, vector de transmisión de enfermedades graves. Se ha empezado por los jardines del palacio y la ribera del Tajo.
Según cuentan, hace dos años los vecinos empezaron a sufrir a la mosca negra que curiosamente se asocia a cauces de agua de cierta calidad y con flujo, no estancados.
Los técnicos lo primero que hacen es localizar las larvas antes de que eclosionen y se conviertan en voladoras. Posteriormente se aplica un larvicida sin contaminar el agua
Ahora preocupa más que la mosca negra el mosquito tigre. Tan sólo se ha localizado algún ejemplar en zona rural pero se está aplicando un tratamiento preventivo en el alcantarillado para evitar que se instale.