La entrada en vigor de las zonas de bajas emisiones en cada vez más municipios está empujando a la conversión de vehículos de combustión a gas licuado del petróleo, lo que se conoce como GLP.
De esta manera se consigue la etiqueta ECO y un ahorro al repostar de al menos un 40%. El año pasado se transformaron en España más de 3.500 vehículos.
En 2022 las transformaciones de vehículos de combustión a gas licuado de petróleo (GLP) se incrementaron un 36,5% en términos interanuales y alcanzaron un volumen de 3.512 unidades, según los datos de la Asociación de Transformadores de Vehículos (Astrave).