Un equipo de Telemadrid ha conseguido entrar en el edificio parroquial de la calle Toledo en el que se produjo la explosión el pasado 20 de enero, y que costó la vida a 4 personas. Además otras 10 resultaron heridas.
El análisis del acero y del hormigón ha determinado que el edificio no ha sufrido daños estructurales, por lo que será reconstruido en 2022 y en el año 2024 podría volver abrir sus puertas.
La investigación ha determinado que la explosión se produjo por una fuga de gas en el exterior que acabó filtrándose en el edificio. Una chispa al parecer en estos sensores de presencia en el cuarto piso provocó la mortal deflagración.
El párroco de la Iglesia de La Paloma, Gabriel Benedicto, pide que continúe la investigación y se llegue hasta el final. Asegura que aún se desconocen datos, como por ejemplo, cuando comenzó exactamente la fuga.
Precisamente la Audiencia Provincial ha admitido el recurso de apelación presentado por la parroquia y los afectados para que se siga investigando y saber qué es lo que pasó.