En España fallecen al año 4.000 personas por resistencias a los antibióticos
En este jueves se trata de concienciar sobre el riesgo de quedarnos sin fármacos capaces de luchar contra las infecciones
La automedicación y el empleo de antibióticos en la industria alimentaria preocupa a los expertos
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REDACCIÓN
La resistencia a los antibióticos será la principal causa de muerte en 2050. Lo alertan algunas organizaciones científicas en el Día del Consumo Prudente de Antibióticos. Recuerdan que su mal uso y autoconsumo, provoca que las bacterias se estén volviendo cada vez más fuertes, más resistentes, ante estos fármacos.
Los antibióticos llevan casi un siglo salvando vidas. En 1928, Alexander Fleming descubrió los efectos bactericidas de la penicilina. Ernst Chain y Howard Florey, a veces olvidados en la historia de la Medicina, consiguieron purificar y producir industrialmente el medicamento. De hecho el Nobel se lo llevaron los tres conjuntamente.
Desde entonces, los antibióticos no han dejado de curar infecciones a millones de personas. Pero su consumo indiscriminado, cuando no es necesario o en cantidades excesivas, le ha dado la vuelta a la batalla.
Las bacterias han desarrollado la capacidad de hacerse fuertes y en ocasiones la Medicina se encuentra sin armas para luchar contra algunas graves infecciones. De hecho se habla de 'pandemia silenciosa' desde el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos.
Los antibióticos nunca deben tomarse sin prescripción médica. Los facultativos saben cuál recetar y durante cuánto tiempo. Y es que utilizar el antibiótico de última generación puede ser la última barrera entre la vida y la muerte.
En España fallecen en España al año 4.000 personas por infecciones que no pueden ser tratadas al haber desarrollado esas resistencias a los antibióticos. Son cuatro veces más que las muertes en accidente de tráfico.
Las dosis sobrantes, una vez completado el tratamiento, algo crucial, deben depositarse en un punto SIGRE, en las farmacias disponen de contenedores para la gestión de estas sustancias correctamente.
La mayoría de las infecciones son víricas pero algunas personas recurren a los antibacterianos de forma habitual, pensando que a molécula del fármaco actuará de la misma manera contra el virus. Lo único que se consigue es aumentar la resistencia.
Y en esta influye también la industria alimentaria a través de los antibióticos administrados a los animales de granja.