La Policía Nacional ya ha enviado al juzgado el atestado completo de la investigación sobre el joven que denunció haber sido agredido en el barrio madrileño de Malasaña, cuando en realidad fueron lesiones consentidas, y será la Fiscalía quien decida si le imputa simulación de delito.
No hubo agresores encapuchados, las heridas en el glúteo eran fruto de relaciones sexuales consentidas.
La Policía no encontró pruebas en las horas posteriores a la denuncia, repitió el interrogatorio y el joven terminó reconociendo que había mentido para ocultar una infidelidad.
El falso denunciante se enfrenta una multa de entre 6 y 12 meses.
La Policía no encontró testigos, ni restos de sangre ni imágenes en la cámara que hay frente al portal.
El testimonio inicial incluía frases como "me agarraron las piernas y brazos, y me rajaron los dos cachetes del culo".
La inconsistencia de la primera declaración llevó a la Policía a repetir el interrogatorio. Después de varias horas, el joven se derrumbó y confesó su mentira.