La vida de José podría pasar por la de un indigente. Tras haber vivido de 'okupa' en Galapagar y Torrejón, había encontrado su último refugio en Las Rozas entre escombros y basura y eso precisamente le hacía más peligroso, según fuentes policiales, porque no tenía nada que perder.
Tiene 37 años, es español y, como muchos conversos, se radicalizó con la propaganda del autodenominado Estado Islámico en Internet.Su sueño era convertirse en el francotirador más famoso del Daesh.
José compartía sus postulados radicales en redes sociales conectado desde un locutorio, donde chateaba con yihadistas radicados en Siria y compartía su deseo de ir al frente.
La dificultad de ese viaje y sus deseos de convertirse en un mártir aceleraron su detención en Las Rozas.
Según fuentes policiales, el temor es que aprovechase las fiestas en el centro para atentar. La Audiencia Nacional le ha mandado a prisión.