Los 27 han llegado este jueves a un acuerdo para la reforma del mercado eléctrico con el objetivo de hacerlo más estable y proteger a los consumidores de las subidas de precios.
La reforma aumenta la capacidad de los estados para intervenir e impulsar la transición energética
El objetivo de la reforma es hacer menos dependiente el precio de la electricidad de los combustibles fósiles para evitar picos en los precios como los que se registraron el pasado invierno, disparando las facturas de los usuarios.
También se pretende impulsar el uso de energías renovables y encontrar la forma de proteger mejor a los consumidores más vulnerables.
Esta reforma era una de las prioridades de la presidencia española del Consejo y una cuestión casi personal para la vicepresidenta Teresa Ribera, que había impulsado desde el principio esta reforma de la que, además, se beneficia notablemente España.
El texto queda ahora pendiente de ser refrendado tanto por el Parlamento como por los Gobiernos europeos