La jueza mantiene la suspensión de eutanasia a una joven de Barcelona y eleva el caso al Tribunal Superior
- El padre de la joven, representado por el colectivo católico Abogados Cristianos, se opone a la muerte asistida de su hija, que sufre una lesión medular severa
- Se trata de la primera vez que un juzgado paraliza una eutanasia que ha sido aprobada previamente por un comité técnico
La jueza que acordó suspender cautelarmente la eutanasia a una joven de 23 años de Barcelona ha decidido mantener esta paralización mientras eleva una cuestión de competencias al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) para que determine cuál es el órgano competente en este caso.
El juzgado contencioso administrativo número 12 de Barcelona ha celebrado este miércoles una vista en la Ciudad de la Justicia para escuchar a las partes sobre estas medidas cautelares, después de que el padre de la joven, representado por el colectivo católico Abogados Cristianos, se opusiera a la muerte asistida de su hija, que debía haberse llevado a cabo el pasado viernes pero que fue paralizada in extremis por la jueza el día anterior.
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La Comisión de Garantía de Cataluña y Evaluación de Cataluña, integrada por especialistas médicos y juristas, había avalado la petición de eutanasia efectuada por esta joven de Barcelona, que sufre una lesión medular severa, motivo por el que debe estar en una silla de ruedas.
La jueza ha comunicado que mantiene la medida cautelar de suspensión de la eutanasia mientras eleva una cuestión de competencias al alto tribunal catalán.
De esta manera, la magistrada se ha declarado falta de competencia y ha remitido la causa a la Sala contenciosa del TSJC, al entender que hay una reserva legal que falta a este órgano para dar respuesta al fondo de la cuestión.
CASI 1.500 SOLICITUDES EN TRES AÑOS
Se trata de la primera vez que un juzgado paraliza una eutanasia que ha sido aprobada previamente por un comité técnico.
La ley de eutanasia ha cumplido tres años este verano.
Según las cifras hechas públicas hasta el momento por el Ministerio de Sanidad, un total 1.476 personas habían solicitado la prestación hasta el pasado 31 de diciembre y, de ellas, 686 ya habían recibido en esa fecha ayuda para morir.
Al menos 184 habían fallecido mientras se tramitaba su petición.
