La Comunidad de Madrid investigó el año pasado, a través del Cuerpo de Agentes Forestales, un total de 124 procedimientos penales ante la Fiscalía Provincial de Medioambiente por la comisión de presuntos delitos ambientales en la región.
Los delitos relacionados contra la biodiversidad, como los de disparos a especies protegidas, el uso de artes ilegales de caza como cepos, lazos, o jaulas trampa, así como el empleo de venenos, seguidos por los incendios forestales, son algunos de los ejemplos de estas investigaciones según ha indicado el Ejecutivo regional en un comunicado.
En la Real Casa de Postas, el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, ha destacado que “respecto a años anteriores hemos apreciado una estabilización en cuanto al número de presuntas infracciones cometidas, que fue superior a las 77 registradas en 2020, y ligeramente inferior a las 151 de 2021”.
Geográficamente los delitos contra la fauna se centran más en el este y el sur de Madrid, mientras que los relacionados con incendios forestales se focalizan más en el oeste, al igual que años anteriores.Los urbanísticos, por su parte, estuvieron repartidos por todo el territorio, mientras que los de carácter medioambiental en las zonas de sierra han sido afortunadamente muy bajos en relación con el resto del territo