Tras un año sin celebraciones como consecuencia de la pandemia, la capital ha podido recuperar este martes el festejo de su patrona, la Virgen de la Almudena, en formato casi análogo al de la 'vieja normalidad', y le ha pedido, en palabras del alcalde, José Luis Martínez-Almeida, ayuda para "relanzarse" una vez superado el trauma de la covid.
La explanada que une la catedral de Santa María la Real de la Almudena y el Palacio Real ha sido el escenario de la Misa Mayor, que han presenciado miles de madrileños: 3.300 en el espacio con sillas acotado por el Arzobispado de Madrid, a las que se han sumado decenas de personas que han seguido la ceremonia desde más allá de las sillas.
Poco hacía recordar la pandemia, por tanto, más allá del obligatorio uso de la mascarilla, pues también se ha recuperado la procesión de la imagen de la virgen, que se ha desarrollado al acabar la misa y ha recorrido la calle Bailén y los alrededores de la plaza de Oriente.
Como es habitual, la celebración ha contado con la asistencia de los principales representantes políticos de la ciudad y la región, y en este sentido todos los focos han estado puestos sobre el encuentro entre Almeida y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, en un momento de batalla abierta entre esta y la dirección del PP por el control del partido en Madrid.
Almeida y Ayuso se han saludado con afecto y entre risas, rodeados por un mar de cámaras, y en sus declaraciones a los medios han coincidido en defender la buena relación que los une.
Por su parte, Almeida ha renovado el tradicional Voto de la Villa a la patrona y le que ha pedido ayuda para "relanzar la ciudad" tras la pandemia y alejar "la ira y la discordia" de las calles de Madrid."Pido que, a quienes tenemos la responsabilidad de gobernar, y a mí el primero, nos recordéis todos los días el consejo de vuestro hijo: 'Si alguno quiere ser el primero, sea el último de todos, y el servidor de todos'", ha dicho Almeida ante la imagen de la virgen.
Almeida ha señalado que la Almudena simboliza "la aparición de la luz al final de la oscuridad de la prueba", y ahora más que nunca espera que guíe a la ciudad "hacia un futuro de unidad, prosperidad y de justicia social".
El arzobispo de Madrid, el cardenal Carlos Osoro, ha apuntado en su homilía durante la misa que es una “alegría” la vuelta de los ciudadanos a esta ceremonia.
Ha asegurado que durante los dos casi años de pandemia, los ciudadanos se han encontrado “frágiles y llenos de miedo” y, ante esa vulnerabilidad, han salido “a relucir las grietas de nuestros estilos de vida y los modos de organización de nuestras sociedades” , por ello ha apelado a construir “una cultura del cuidado”.
“Hemos de mirar a nuestras gentes, a las familias que atraviesan dificultades, a los jóvenes que no encuentran trabajo, a los ancianos que requieren ternura, a los más pobres que descartamos y muy a menudo dejamos a un lado del camino”, ha reclamado.
En el apartado de ruegos, Ayuso ha pedido que Madrid siga siendo "un faro de libertad y de convivencia para toda España", y en especial para "las personas que están solas" o "están pasando momentos difíciles".La vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, ha deseado salud para los madrileños y "no olvidar algunas lecciones que nos ha dejado la pandemia", como "la importancia de la familia y amigos".
Por su parte, la portavoz de Vox en la Asamblea regional, Rocío Monasterio, ha pedido ayuda para "convencer a Ayuso para que ningún niño se quede sin ir al Bachillerato y la Formación Profesional"."Voy a pedirle un alcalde para Madrid, a ver si me hace caso", ha ironizado la portavoz socialista en el Consistorio, Mar Espinar, mientras que su homóloga de Más Madrid, Rita Maestre, se ha limitado a pedir "alegría, que falta nos hace".
Durante el resto del día, la catedral acogerá Eucaristías a las 17.00, 18.00, 19.00 y 20.00 horas.