El histórico líder ugetista Nicolás Redondo, fallecido el martes en Madrid a los 95 años, ha sido enterrado este jueves en el cementerio civil de Madrid, después de que el cortejo fúnebre partiera desde la sede del sindicato, donde estaba instalada la capilla ardiente.
El funeral ha tenido lugar en presencia de familiares y personalidades del mundo político y social, así como de militantes y simpatizantes del sindicato y ciudadanos en general.
El secretario general de UGT, Pepe Álvarez, ha asegurado ya en el cementerio que "Nicolás fue, es y será un ejemplo fundamental para el sindicalismo" en España. Álvarez ha definido al líder del sindicato entre 1976 y 1994 como alguien "coherente y valiente", que "refundó" el sindicato y "siempre antepuso a los trabajadores a los intereses políticos", y ha asegurado que UGT "será fiel al legado de Nicolás".
También intervino quien fuera secretario de Organización del sindicato con Nicolás Redondo, Antón Saracíbar, quien repasó la trayectoria de Redondo y recordó su compromiso con las organizaciones socialistas, al tiempo que destacó su papel en la elaboración del Estatuto de los Trabajadores. Saracíbar dejó su escaño del PSOE junto a Redondo, lo que explicó que se debió a que el Gobierno de entonces no estaba satisfaciendo la “deuda social” que había con la clase trabajadora. Eso sí, aclaró que esa dimisión no se debió a una confrontación personal con Felipe González, como “algunos torticeramente” dijeron.
El histórico líder de UGT rompió en 1987 con el PSOE por las discrepancias con la política económica y social del gobierno de Felipe González, cuando hasta ese momento UGT había ido de la mano del partido socialista. Redondo abandonó entonces el escaño en el Congreso del que había tomado posesión como diputado en 1977, 1979, 1982 y 1986.
Entre los asistentes esta mañana a la capilla ardiente se ha podido ver al que fuera vicepresidente con Felipe González, Alfonso Guerra, así como al portavoz de los socialistas en el Congreso, Patxi López, quien ha definido a Redondo como un "constructor" de España, país que "cimentó en los derechos y libertades que él se empeñó en conquistar".
También han acudido a la sede del sindicato figuras relevantes de la derecha española, como el ex vicepresidente Rodolfo Martín Villa o el presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien ha destacado de Redondo "su obra clave, no solo desde el punto de vista sindical, sino también desde el punto de vista democrático".
Hasta el cementerio se acercaron el exvicepresidente del Gobierno y exsecretario general del PSOE Alfonso Guerra; el secretario general de CCOO, Unai Sordo; su predecesor en el cargo Ignacio Fernández Toxo; el exsecretario general de UGT Cándido Méndez; el actual secretario general de UGT, Pepe Álvarez, y el padre Ángel, entre otros.
En el sepelio, los restos de Redondo fueron recibidos con un fuerte aplauso de los asistentes, en un modesto acto cuyo broche de oro sonó a ritmo de la ‘Internacional’.
Así, desde este jueves, los restos de Nicolás Redondo Urbieta descansarán en el Cementerio Civil, donde reposan personalidades y ciudadanos anónimos republicanos, de izquierdas, representantes de la Institución Libre de Enseñanza y personas que profesaban otros ritos religiosos distintos del catolicismo.
Entre ellos, destacan el fundador del PSOE y de UGT, Pablo Iglesias (1850-1923); la histórica líder comunista Dolores Ibárruri (1895-1989); el fundador de CCOO, Marcelino Camacho (1918-2010), que, como dato curioso, descansa a pocas tumbas de Nicolás Redondo; el creador y director de la Institución Libre de Enseñanza, Francisco Giner de los Ríos (1839-1915); los ministros socialistas de la Segunda República Francisco Largo Caballero (1869-1946) y Fernando de los Ríos (1879-1949); el histórico líder socialista y de la UGT Julián Besteiro (1870-1940); y los presidentes de la Primera República Nicolás Salmerón (1838-1908), Francisco Pi i Margall (1824-1901) y Estanislao Figueras (1819-1882).