El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha asegurado este martes en la Audiencia Nacional que ni ordenó, ni autorizó ni conoció los servicios de inteligencia que empresas vinculadas al excomisario de la Policía Nacional José Manuel Villarejo prestaron a la eléctrica.
Sánchez Galán, que ha comparecido durante algo más de dos horas en calidad de investigado, ha dicho que el verdadero espiado fue él y que quiere que esto se esclarezca, a lo que el juez Manuel García Castellón le ha respondido que si tiene interés en que se investigue, que se persone.
La causa trata de aclarar si Iberdrola contrató a Villarejo por un importe de un millón de euros entre 2004 y 2012 para infiltrarse en plataformas contrarias a sus intereses o investigar a un accionista crítico con su gestión, entre otras cosas.
Según han informado a Efe fuentes jurídicas, el presidente de la multinacional española se ha desvinculado de la contratación de los servicios de Villarejo. De hecho, ha insistido en que cada departamento -en este caso, el de seguridad dirigido entonces por el también investigado Antonio Asenjo- está habilitado para tomar decisiones de forma autónoma, motivo por el cual él nunca supo nada ni de los contratos ni de los proyectos que el excomisario pudiera haber realizado.
Mención especial ha dedicado Sánchez Galán al exdirectivo de Iberdrola José Antonio del Olmo, que elaboró un informe en el que advertía de presuntas irregularidades en el pago de las facturas a Villarejo, un documento por el que la eléctrica se querelló contra éste por falsedad documental y revelación de secretos.
El presidente de la eléctrica, que ha contestado a preguntas del juez, de la Fiscalía Anticorrupción y de su propia defensa, ha sostenido que los servicios a Villarejo fueron una "contratación indebida" de Asenjo, que fue finalmente destituido.
Durante su interrogatorio se le ha preguntado, asimismo, por si entre los servicios solicitados figuraría una investigación al presidente de ACS y del Real Madrid, Florentino Pérez, por su intento de tomar el control de la compañía. Sánchez Galán ha recalcado que siente "mucho respeto" por Pérez, y ha añadido que le parece "deplorable y no admisible si le han espiado".