Los visitantes y vecinos de un pueblo de Córdoba se han encontrado con un reclamo turístico inesperado: un géiser de fuego de 13 metros de altura. Los 1.109 habitantes de Fuente Carreteros llevan más de un mes observando este accidente que ha pasado a ser una curiosidad para los visitantes.
Está provocado por una bolsa de gas que fue perforada al realizarse un pozo de agua y acercarse es peligroso, pero, aún así, son muchos los que se aproximan para fotografiarse a su lado, como si se tratase del espectáculo natural de El Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote.
El fenómeno, que lleva cinco semanas echando fuego, se ha convertido en una "atracción turística" para la localidad. Aunque los residentes están acostumbrados, atrae a numerosos visitantes de otras áreas.
Las autoridades han establecido un perímetro de seguridad y monitorean la situación. A medida que la bolsa de gas se agota, la intensidad de la llama ha disminuido ligeramente. "Estamos esperando a que se agote el gas y se apague", comenta un vecino.
El géiser de fuego se ha convertido en una parte peculiar de la vida cotidiana del pueblo. "Viene muchísima gente a verlo", confirma Paco Gómez, el alcalde de la localidad. Sin embargo, los habitantes de Fuente Carreteros ya están acostumbrados. "Al principio le prestábamos más atención, pero ahora ya no tanto", comenta un vecino.