En verano, la demanda de consultas en las cinco unidades de viajeros de las que dispone la Comunidad de Madrid crecen considerablemente por los viajes internacionales.
En la del Hospital La Paz-Carlos III al mes se inoculan más de 1200 vacunas de fiebre amarilla o hepatitis A, entre otras enfermedades infecciosas.
Contagiarse de una enfermedad endémica es quizás una de las peores experiencias en un viaje, por eso, 5.000 viajeros en lo que va de año han pasado por esta unidad en la que se han administrado 8.000 vacunas. La forma de viajar ha cambiado hacia un turismo de aventura y la enfermedad también viaja.
Así se producen los rebrotes como recientemente del Oropouche. Los repelentes para mosquitos en la piel o los tejidos de nuestras ropas son tan importantes como evitar las comidas crudas.
La vacunación ante un viaje ha de ser no solo la obligada por el país de destino sino también la recomendada, además de informarnos sobre los brotes activos.