Las obras sacaron a la luz tesoros en el subsuelo, restos del Palacio de Godoy, de las Caballerizas Reales, el Camino de Ronda. Y ahora pueden ser contemplados por los paseantes. Son páginas de la historia de Madrid que, gracias a esta reforma, tienen un presente y también un futuro.
Restos para la exhibición
Las piquetas han abierto la capsula del tiempo y han puesto ante nuestros ojos parte de la historia de la ciudad. En un excepcional estado de conservación, según los expertos, se descubren los sótanos del palacio de Godoy. Suelos de granito, enlucidos de paredes e incluso techos abovedados y escaleras de acceso.
Preservar y preparar los restos para su exhibición obligó a una profunda modificación de la obra. “Sabíamos que nos encontraríamos esto y hemos tenido que cambiar el proyecto y el trazado de los túneles”, explican los encargados del proyecto. Y esto encareció en 12 millones las obras.
Ruta arqueológica
A este hallazgo se suman los contrafuertes de las antiguas cabellerizas reales junto a los actuales jardines de Sabatini y vestigios del Camino de Ronda en el antiguo cuartel de San Gil, restos del antiguo edificio que tenía por objeto la defensa el Palacio Real por su lado noreste se verán ahora en superficie.
Se han encontrado restos importantes de construcciones de Sabatini que una ruta arqueológica integrará estos hallazgos poniendo en valor la figura de Sabatini. Un futuro centro de interpretación ayudará además a comprender la evolución de la ciudad muy cerca del lugar de su nacimiento.