El período de cálculo de la vida laboral es un caballo de batalla que siempre ha sido controvertido. Aumentar el período de cómputo de las pensiones implica para la mayoría de los trabajadores en la práctica una rebaja de la pensión al jubilarse. Perjudica más a los que tengan menos años cotizados y favorece a los que pierden su empleo al final de su vida laboral.
Una merma de un 8,8%
En la actualidad nuestra prestación se calcula en base a los últimos 25 años de vida laboral. Si se amplía hasta 35 tendremos una merma de hasta un 8,8%. Una pensión de 1.466 euros pasaría a ser de 1.333 según un estudio de las universidades de Valencia y Extremadura.
Esta medida obviamente no afecta por igual a todos. ¿A quién perjudicaría más? A los trabajadores que tengan carreras de cotización más cortas, lagunas de desempleo o bajos salarios en los primeros años de su vida laboral. Jóvenes que se incorporan tarde al mercado laboral o con contratos temporales o precarios.
En un caso práctico una pensión de 788 euros pasaría a 671. Un recorte de la prestación de casi un 15%.
Perjudica a las mujeres
También perjudica a las mujeres que se han incorporado más tarde al trabajo, y han tenido más contratos a tiempo parcial.
¿A quién beneficiaría? Pues a los trabajadores que hayan tenido carreras con sueldos buenos durante todo el periodo y a quienes pierdan su trabajo en los años próximos a la jubilación a causa por ejemplo de un ERE les vendrá bien ampliar el cálculo de la pensión a gran parte de su vida laboral.