La morosidad que sufren las empresas bajó el año pasado, pero se siguen superando los límites marcados por ley. Tanto el sector público como el privado tarda, de media, más del doble de lo permitido en pagar a sus proveedores. Ocho de cada 10 empresas asegura que tiene clientes que pagan tarde.
Es un problema que ya está estancado en la economía española. Siete de cada 10 facturas no se cobran en el tiempo establecido. En esta fábrica de puertas automáticas lo sufren a diario, como señala Juan Manuel Rodríguez, director general de Aprimatic.
De media el sector público paga a 60 días y el privado a más de 70, es el doble de lo permitido por ley y afecta a ocho de cada diez empresas. Hay un sector que destaca por encima de los demás, según Antoni Cañete, de la Plataforma Multisectorial contra la Morosidad. Por eso exigen de la necesidad de un régimen sancionador.
Por ejemplo, desde que se implantó el régimen de multas, la morosidad en Francia se ha reducido más de un 30%.