Ponemos a los jóvenes frente al espejo. Una cosa son las ganas de salir y otra jugar con la salud. Los sanitarios tienen un mensaje para ellos. Tras los botellones en las calles y el fin del estado de alarma muchos de esos jóvenes se avergonzaban del espectáculo del sábado
Como unas jóvenes universitarias que aún no habían visto las imágenes del desenfreno el pasado sábado y que apenas se lo pueden creer.
Julia, María, Marina y Laura tienen 18 años y se sienten decepcionadas con lo ocurrido el sábado en el centro de Madrid. “Estamos tirando por la borda el trabajo de los enfermeros y de los médicos, esto no puede ser”, dicen al ver el descontrol.
Poca empatía y falta de respeto
Son imágenes que han marcado el final del estado de alarma y que avergüenzan especialmente a los más jóvenes. “Eso es no tener cabeza”, dicen. Porque muchos de los que estaban en los botellones peinaban canas: “gente mayor había”.
En la Ciudad Universitaria el rechazo de los estudiantes ha sido unánime, y muchos recuerdan que “no todos no somos así”.
Fue un espectáculo desolador para los sanitarios: “Sentimos indignación por la falta de responsabilidad”. Y para quienes quieren serlo, como Jorge, María, Lucia y Fuencisla, que son especialmente críticos.
Una muestra de muy poca empatía”, dicen unos. “Una falta de respeto a las víctimas y a España en general”, señalan otros. “No tengo palabras, deberían ir a las UCIS para ver cómo está la gente”, piensan la mayoría.