La mujer que ayudó a morir a Ramón Sampedro: "No nos hemos movido una mierda"
Maneiro, compañera de Ramón Sampedro, muestra su solidaridad con Angel Fernández, que ayudó a morir a su mujer María José
EFE
Han pasado 21 años desde que Ramona Maneiro, compañera y cuidadora de Ramón Sampedro le ayudara a morir. Hoy ha querido romper su silencio para reivindicar la muerte digna y para decir públicamente que entiende y apoya a Ángel Hernández que ayudó a morir a su mujer María José Carrasco, enferma de esclerosis múltiple.
Ramona Maneiro ha afirmado este lunes, que 21 años después de la muerte voluntaria de Ramón Sampedro, no se ha avanzado "una mierda". Lo dice en relación con el caso de María José a quien ayudó a morir su esposo, Ángel Hernández. "Hay que avanzar para que no se repitan" casos como este, ha afirmado Maneiro en una rueda de prensa en Boiro (A Coruña), y ha explicado que sintió "envidia" de que Ángel "pudiese despedirse de su mujer de cara al público y agarrándole su mano".
"Me dio un vuelco el corazón", ha declarado, antes de apuntar que se trata de un momento "muy complicado" el de ayudar a quitarse la vida a una persona querida.
"No conozco a la gente, pero le daría todos los ánimos del mundo", ha dicho Maneiro de cara al complicado proceso judicial que tendrá que afrontar ahora Ángel Hernández, por lo que ha pedido "dejarlo en paz un par de días" para que pueda asimilar y superar lo sucedido. "Él tiene que seguir su vida, porque, después de 30 años, ¡madre mía! Necesita respirar", ha sostenido la amiga de Ramón Sampedro, que se ha mostrado convencida de que desde aquel episodio en el que ella intervino pues "seguramente hubo muchos casos de eutanasia que no salieron a la luz" porque prefirieron apartarse del foco mediático.
"La gente hace muy bien en hacerlo clandestinamente y en no salir a la prensa", ha terciado, porque "la gente que tiene un poco de corazón" no soporta ver sufrir a sus seres queridos.
Ante las preguntas reiteradas de los medios, Maneiro ha entrado a comentar el estado legal actual de la eutanasia, sobre el que ha lamentado que únicamente se aborde durante unos días cuando surgen este tipo de sucesos y luego se deje en el cajón del olvido. "Realmente después todo el mundo se olvida del tema", ha manifestado, porque "ya pasaron 21 años -desde el caso de Sampedro- y no nos hemos movido una mierda" de cara a legalizar este tipo de actuaciones.
Maneiro se ha mostrado pesimista de cara a la posible aprobación de una ley de eutanasia y muerte digna porque "el tema político ya es más complicado", ya que la actualidad está marcada por "una pandilla de inútiles" que solo parlotean y "no solucionan nada".
"Sufre tú si quieres, y la gente que no quiera, pues que no se permita", ha querido decirle a todos los que se oponen a regular estas cuestiones.
Maneiro también ha sido consultada por la posibilidad de dar un paso adelante y tomar partido en la lucha por la legalización de la eutanasia, algo que ha descartado porque entiende que "no serviría para esas cosas". Por el contrario, ha querido desmarcarse de este tema y ha trasladado que está cansada de dar la batalla sin obtener rédito alguno, además de generarle problemas a nivel personal y laboral. "Los políticos se matan entre ellos, allí arriba, no sé cómo" y luego se olvidan del tema, ha censurado, razón por la que prefiere -ha expuesto- disfrutar de su vida en familia.
"Yo hice todo lo que él me había dicho y como se lo había dicho otra gente", ha zanjado Maneiro para concluir una comparecencia de prensa en la que ha reiterado que no se arrepiente "de nada" de lo sucedido con Ramón Sampedro.
Maneiro reconoció por primera vez en 2005 que fue ella quien le puso a Sampedro "el vaso con la pajita" en el que había disuelto cianuro en agua y que también preparó el vídeo en el que grabó su muerte y exculpó a las personas de su entorno.