En el ‘avión patera’, que tuvo que aterrizar de urgencia el pasado 5 de noviembre en Palma de Mallorca, se vivieron escenas de caos y agresividad. Así lo ha definido el comandante de la aeronave y recoge el auto de la jueza que ha enviado a prisión a los 12 detenidos.
La tripulación sufrió empujones y no cerraron las puertas por miedo a ser agredidos. La magistrada considera que el grupo estaba organizado.
Todo empezó a las 17:11 minutos del pasado 5 de noviembre. A esa hora el avión despega del aeropuerto de Casablanca con destino Estambul. Minutos después comunica a la torre de control que un pasajero tiene un coma diabético. Un médico a bordo avala el diagnóstico.
Aterrizaje en la Palma. A las 18:25 la ambulancia traslada al enfermo y otro pasajero al hospital. Crece la tensión dentro de la aeronave, según el auto de la jueza. Varios pasajeros piden salir y se produce un altercado. La tripulación es increpada e intimidada. Les llegan a empujar. Un pasajero inutiliza un puerta de emergencia al intentar forzarla para abrirla.
Pese a las recomendaciones la tripulación no quiso cerrar las puertas, tenían miedo a ser agredidos. 23 pasajeros a empujones salen del avión y llegan a las pistas. Una azafata sufre daños en la espalda, brazo y hombro.
El juzgado ha constatado que el incidente puso en peligro la seguridad del aeropuerto. Mientras corrían por las pistas, se aproximaba otro avión. En su declaración el comandante habla de caos.
Ahora mismo se busca a trece fugados y la policía tiene constancia de que dos cogieron el sábado un ferry a Barcelona. La jueza cree que todo se organizó a través de un grupo de Facebook. Doce detenidos están en prisión acusados de dos delitos diferentes de sedición, desórdenes públicos y favorecer la inmigración irregular.