Unas 200.000 personas compitieron en junio para lograr una de las 20.698 plazas de profesor de secundaria, FP o escuela de idiomas (la mayor oferta pública desde que comenzó la crisis) y, para sorpresa general, el 9,6% de los puestos quedaron vacantes.
Y, aunque no es habitual que este tipo de "licencias", las faltas ortográficas se trasladaron a los exámenes. En los cuales aumentaron de forma preocupante las faltas de ortografía.
Ahora el debate se encuentra en el grado de dificultad y de exigencia en estas pruebas, sabiendo que los errores gramaticales lastraron la calificación de una cifra grande de opositores.