El acceso de los menores a la pornografía es una de las principales preocupaciones del Ministerio de Igualdad, que ha lanzado este lunes una campaña en la que interpela directamente a familias y educadores para tratar de evitarlo.
Nunca antes los menores habían tenido un acceso tan fácil y rápido a la pornografía como ahora. Cada vez acceden a una edad más temprana. La consumen desde los ocho años y les llega muy habitualmente de forma involuntaria a través de las redes sociales.
Entre los adolescentes, el 90% lo consume y la mitad de ellos de forma habitual.
Además, los contenidos pornográficos que consumen contienen un alto grado de violencia, un componente peligroso extra que podría estar detrás del incremento de casos de agresiones sexuales en las que están involucrados menores.
Son comportamientos que muchos de ellos replican posteriormente en sus relaciones. "Estamos hablando de un fenómeno muy generalizado y muy perjudicial, porque genera una violencia y una cultura misógina", ha señalado la ministra Ana Redondo.
Por otro lado, la mayoría de los progenitores desconocen que sus hijos están consumiendo estos contenidos. "No es normal que mi primer contacto con la sexualidad sea a través de internet y ahí el papel de las familias es clave, las familias unidas con los colegios", ha afirmado Alejandro Gordon, de la Fundación 'The Family Watch'.