La Marea de Residencias ha presentado hoy una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid contra los consejeros de Justicia, Sanidad y Políticas Sociales por un delito contra los trabajadores de estos centros, a quienes “no se dotó de los medios necesarios” para prevenir contagios, según ha señalado a la prensa la abogada Alicia Gómez .
La querella, ha explicado, obedece a un “gravísimo delito contra la prevención del riesgo de los trabajadores a ser contagiados”.
“No queremos ni funerales de Estado ni aplausos”, ha subrayado la letrada, en cuya opinión el Gobierno regional no hizo nada “hasta que se registraron casi mil muertes” en las residencias de mayores.
“Los trabajadores han estado sometidos a un estrés innecesario, a una situación catastrófica y carente de todo medio de prevención”, según Gómez.
Se trata de un delito contra los trabajadores “dan igual las consecuencias, que desgraciadamente es que muchas trabajadoras se han contagiado”.
El activista de Marea de Residencias Javier Garzón ha manifestado que en esta pandemia no solo se ha puesto en riesgo la vida de los trabajadores sino también la de los familiares de los empleados, “no ha habido PCR, ni materiales ni instrucciones y se prohibió el uso de mascarillas en momentos puntuales”.
“Ha sido todo un absoluto despropósito provocado solo por una cosa: la avaricia empresarial, políticas extractivas donde lo único que importa es sacar beneficio con independencia de la calidad del servicio”, ha concluido Garzón.
Rosa María, una trabajadora de una residencia pública de la Comunidad de Madrid, y una de las firmantes de la querella, ha subrayado que los profesionales del sector han tenido en los últimos meses “una protección tercermundista siendo un país del primer mundo”.
“Se han vulnerado nuestros derechos porque no se nos ha dado la protección adecuada desde el primer momento, pese a nuestras peticiones”, ha dicho.
Según Rosa María, las administraciones “abandonaron” a los trabajadores de las residencias. “No somos héroes sino personas de carne y hueso que han pasado mucho miedo e incertidumbre y haciendo de tripas corazón para que no se nos notase. No sé si esta segunda ola vamos a ser capaces de afrontarla porque lo hemos pasado muy mal”.