Víctimas de matanza de Atocha piden que García Juliá no pueda salir de España
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REDACCIÓN / AGENCIAS
La Fundación Abogados de Atocha ha pedido a la Justicia que adopte las medidas necesarias para que Carlos García Juliá, condenado por la matanza de los abogados en 1977 y que ha salido de la cárcel, no pueda abandonar España.
García Juliá, condenado por ser uno de los autores de la matanza de Atocha perpetrada el 24 de enero de 1977 en un bufete de abogados laboralistas por miembros de la extrema derecha, ha abandonado este jueves la cárcel madrileña de Soto del Real.
La Audiencia de Ciudad Real le realizó una nueva liquidación de la condena, que le permitirá no cumplir los más de doce años de cárcel que le restaban.
Cristina Almeida, la abogada que, tras diez años jubilada sin ejercer, ha vuelto a darse de alta en el Colegio de Abogados para llevar este asunto.
Almeida ha indicado que no descartan llevar el recurso contra la libertad de García Juliá hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Cristina Almeida ha reconocido a Efe que siente "una impotencia tremenda" ante esta situación. Asegura que en lo personal, está "echa polvo" por la libertad del asesino de los abogados y, "jurídicamente", está "indignada por la incapacidad de la Justicia de defender a las víctimas".
García Juliá fue sentenciado a 193 años de prisión en 1980, pero tan sólo cumplió 14 años de la pena que le había sido impuesta.
En 1991 consiguió la condicional y, años después, logró un permiso para viajar a Latinoamérica por una oferta de trabajo y, aunque el permiso le fue revocado posteriormente, nunca regresó a España.
Tras décadas prófugo y un periodo encarcelado en Bolivia, fue arrestado en Sao Paulo (Brasil) en diciembre de 2018 y finalmente extraditado a España, donde ingresó en la prisión de Soto del Real como autor de cinco asesinatos y cuatro intentos de homicidio.
La Audiencia de Ciudad Real, el último tribunal que sentenció al autor de la matanza pero por otro delito que no está relacionado con ese, atendió en mayo pasado la petición del abogado de García Juliá para una nueva liquidación de la condena, que le reconoció redenciones durante el tiempo que estuvo prófugo en Sudamérica.
En la noche del 24 de enero de 1977 cinco abogados laboralistas de CCOO y militantes del PCE fueron asesinados en su despacho del número 55 de la calle madrileña de Atocha: Francisco Javier Sauquillo, Enrique Valdelvira, Luis Javier Benavides, Serafín Holgado y Ángel Rodríguez. Otras cuatro personas -Miguel Sarabia, Alejandro Ruiz-Huerta, Luis Ramos y Dolores González- resultaron heridas de gravedad a consecuencia de los disparos de tres ultraderechistas que irrumpieron en el despacho y abrieron fuego contra los presentes.