No se trata tanto de poner la lavadora en horas vampíricas, sino de que la nueva factura de la luz puede hacer mas daño que el ajo y la luz juntos.
Los nuevos tramos han desatado la ironía y la imaginación. ¡Ay! de esa Cenicienta que olvidó programar la lavadora, el amor y los zapatos son ahora su última preocupación.
Hasta los fantasmas dejan de asustar con tal de aprovechar el tramo mas barato. Ni la tabla sirvió para salvar a Jack de Titanic ni le servirá para ahorrar unos euros. A Jon Snow también le llegará una buena factura a final de mes.
Menos mal que está Chewaka para recordarle a Hans el tramo valle. Ya hay quien no ha tardado en adaptar su casa, quien quiere dormir tranquilo pudiendo elegir un buen centrifugado y aunque la coincidencia con el santoral ha hecho mucha gracia, para los usuarios la entrada en vigor de la nueva factura no tiene mucho de santa.