Desde que Trump llegó a la presidencia, casi 30 altos cargos han dejado la administración en apenas dos años. El jefe del Pentágono ha sido el último. James Mattis ha dimitido, por su oposición a la retirada de las tropas de Siria que había anunciado el presidente.
Su asesor más cercano, y jefe de gabinete, John Kelly, también fue reemplazado, como Jeff Sessions, el hombre que implementó la política anti-inmigratoria del presidente.
Twitter es el medio favorito de Trump para anunciar ceses y despidos. Así lo hizo con Rex Tillerson, su secretario de Estado.
En ocasiones, los dirigentes se van antes de que les echen, como le ocurrió en octubre a Nicki Halley, embajadora ante la ONU.
Michael Cohen, su abogado personal, o Steve Bannon, jefe de estrategia, no aguantaron el pulso con el hombre que todo lo domina.