El acuerdo del Gobierno con las principales organizaciones de transportistas excluye a los trabajadores del campo. Los que trabajan con tractores no se verán beneficiados por las medidas. Salir a trabajar es algo, nos cuentan, se ha convertido en inasumible, disparándose los costes de producción.
Así, con la subida de precios de casi un 40%, no les compensa trabajar las tierras. Si le unimos el precio de los fertilizantes, no les salen las cuentas.
Es el caso de Mónica, que hace diez años dejó la ciudad para dedicarse al campo. Ahora, ve como el abono para sus cultivos orgánicos ha pasado de costar 180 euros la tonelada a 310. Y ni siquiera por ese precio, consigue la cantidad que necesita para sus tierras.
Además, a los ganaderos, la subida de los precios del pienso y el gasoil se une ahora la imposibilidad de sacar sus productos por la huelga de transportes.