En almacenes, garajes, sótanos improvisados, búnkeres convertidos en grandes centros de cultivo de marihuana. Hasta camiones usados como plantaciones móviles. En los últimos años se han multiplicado la desarticulación de organizaciones criminales dedicados a la plantación de marihuana en interiores.
Mínima inversión, gran rentabilidad y posibilidad de producirla en cualquier lugar la han convertido en objetivo de las redes de narcotráfico, a las que se han sumado ya la mafia china.
En nuestra Comunidad aumentan las operaciones contra este negocio ilegal. Se concentran, sobre todo, en la zona norte o suroeste de la región. Lo más habitual es encontrar plantaciones en viviendas apartadas.
La colaboración ciudadana es fundamental para luchar contra las mafias. La señal de alarma puede saltar por el fuerte olor, en especial en el periodo de germinación de las plantas. También por el constantes ruido de los aparatos de aire acondicionado o por un desmesurado consumo eléctrico. De hecho, con la Guardia Civil colaboran incluso las compañías eléctricas para su detección.