La finalización de la erupción del volcán de La Palma tras 10 días continuados de confirmarse los signos de agotamiento ha permitido dar un respiro a los habitantes de la isla aunque las autoridades insisten en que la actividad en el subsuelo persiste.
Por primera vez en más de tres meses, este domingo no se celebrará la reunión diaria de técnicos y científicos para el seguimiento del volcán de La Palma, que estuvo en erupción entre el 19 de septiembre y el 13 de diciembre.
Los integrantes del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) se han dado el primer día de descanso en sus encuentros desde que el 13 de septiembre se convocase la primera reunión por el aumento de la frecuencia e intensidad de los terremotos en Cumbre Vieja, un enjambre sísmico que anticipaba la erupción que llegó el día 19.
Este sábado, día de Navidad, se dio oficialmente por finalizada la erupción con fecha 13 de diciembre, el día que cesaron las emisiones y el tremor, una vez transcurrido el plazo prudencial de diez días con el volcán en calma que se habían dado los científicos.
La próxima reunión del Pevolca será este lunes, aunque continúa el semáforo rojo, la situación de emergencia por erupción volcánica.
"Hoy es el primer día desde el 12 de septiembre que no tenemos reunión científica el personal de vigilancia volcánica del IGN. Es una sensación extraña. A partir de hoy la tenemos cada dos días", ha publicado el vulcanólogo Rubén López en su cuenta de Twitter.
En declaraciones a Europas Pres Televisión, el experto vulcanólogo José Luis Barrera, ha advertido que "aunque la zona peligrosa es ya de carácter residual, un volcán no se desgasifica de la noche a la mañana".
En este sentido, ha indicado que los gases, las cenizas y el calor siguen estando, si bien ha apuntado que a diferencia de la erupción, que se desconocía cuando podía concluir, esos riesgos se saben que terminarán en cualquier momento.
"Los indicadores que marcan la erupción sí han disminuido, lo que no quiere decir que no se esté vigilante de cómo evolucionan indicadores que todavía están existiendo, aunque en magnitudes muy bajas, ha indicado.
Barrera no descarta futuras erupciones ya que teniendo en cuenta la historia vulcanológica de Cumbre Vieja cabe predecir que haya otra en el futuro. "Cumbre Vieja es una erupción continua, con intervalos de 50 o 60 años", ha indicado.