La pandemia del coronavirus ha obligado a cambiar las ceremonias religiosas de los entierros en los cementerios. Más íntimas, y solitarias, sin a penas acompañamiento de amigos y familiares , para evitar contagios. Así es como se celebran ahora en el cementerio de la Almudena.
El sacerdote en la puerta de la capilla y solo tres familiares manteniendo metro y medio de distancia entre ellos.
Antes de la pandemia. La ceremonia de despedida se realizaba con todo los asistentes en el interior de la capilla, donde rezaba el responso con el féretro presente, que el cura bendecía antes de enterrarlo.